El tapir y sus Características
Son animales de tamaño mediano, con una longitud que varía desde el 1,8 m hasta
los 2,5 m, con una cola de 5 a 10 cm de largo, y una altura en la
cruz de 70 cm a 1,1 m y un peso de 220 a 300 kg. Sin embargo, la principal
característica del tapir es su alargado hocico en forma de pequeña probóscide,
que usa principalmente para arrancar las hojas, hierbas y raíces que
constituyen su alimento. Esta trompa resulta especialmente útil para recolectar
plantas acuáticas en los pantanos donde suele pasar buena parte del día.
También le sirve para tomar agua y, cuando son machos, para enfrentarse a sus
rivales en la época de apareamiento.
El cuerpo es compacto y la cabeza y cuello robustos, con el
fin de facilitarles mejor el paso a través del denso follaje tropical. El
pelaje suele ser muy corto y oscuro, aunque las crías presentan un pelaje pardo
con manchas crípticas, similares a las de los jabatos jóvenes, que se
difuminan con la edad.
Se trata de animales bastante primitivos, los primeros
representantes fósiles de la familia se encuentran ya en el Eoceno de
Eurasia, hace unos 55 millones de años, donde se observan algunas
características que estaban presentes también en los antiguos ancestros (Hyracotherium),
de sus parientes actuales. Los pies presentan cuatro dedos en las patas
delanteras y tres en las traseras.
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